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El presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, renunció a su cargo después de tres semanas de escándalo por acusaciones de que dio un beso no solicitado a una jugadora de la selección nacional femenina.
Rubiales anunció su dimisión en un comunicado en el que afirmaba que su puesto se había vuelto insostenible, y la Federación Española de Fútbol (RFEF) confirmó más tarde que había enviado una carta de dimisión al presidente en funciones, Pedro Rocha.
Su beso a la jugadora Jenni Hermoso después de la victoria en la Copa del Mundo en Sydney el 20 de agosto causó indignación entre los jugadores, funcionarios gubernamentales y muchos miembros de la sociedad española en general y generó dudas sobre el sexismo en el deporte.
Su decisión de marcharse se produjo después de nuevos golpes a su posición en los últimos días.
Un fiscal español presentó el viernes una denuncia ante el Tribunal Superior contra Rubiales por agresión sexual y coacción.
La denuncia, que se produjo después de que Hermoso optara a principios de semana por presentar una denuncia penal por el incidente, describe cómo Rubiales besó a Hermosa en la boca «sin su consentimiento» mientras le sujetaba la cabeza con ambas manos después de que España derrotara a Inglaterra para hacerse con la Copa del Mundo. .
