¡Perdió el fútbol!

Ibagué se preparaba para una jornada de fiesta, pero tuvo una noche amarga debido a múltiples factores.


La historia entre Deportes Tolima y Millonarios no ha sido de rivalidad eterna, es un juego normal entre ‘capitalinos’ y ‘Pijaos’, pese al título que le arrebató el Vinotinto y Oro al Azul en Bogotá.

La razón del clima caldeado en el estadio Manuel Murillo Toro y fuera de él, tiene nombre propio, Daniel Felipe Cataño Torres, el 10 que fue del Tolima y ahora está con los albiazules.

Tras el fallido penal y la expulsión frente a Nacional en aquella final, el jugador ha estado en el ‘ojo del huracán’ entre los aficionados del Tolima, quienes pasaron del cariño al odio absoluto por esa acción que derivó en una pena máxima errada y una expulsión.

Pese a que Cataño ya jugó luego de esa final oscura en Ibagué, el partido de hoy, en lo previo, tuvo un clima distinto, debido a que en la llegada al hotel de la Capital Musical, algunos aficionados lanzaron improperios, a lo que el jugador respondió.

En los momentos del calentamiento, antes del pitazo inicial, los hinchas, -cerca de 22 mil-, coreaban en contra del villano que tenía la tarde/noche en el Manuel Murillo Toro. A lo que él respondía con gestos, calentando también este instante.

Un aficionado de camiseta blanca del Deportes Tolima, saltó al terreno de juego cuando ya todo estaba por iniciar y él mismo acabó con todo: con la fiesta, el fútbol y la tranquilidad de los que estaban en casa.

El 10 azul, salió a correr como nunca y conectó algunos golpes al desadaptado, ante la mirada de un solo uniformado que no hizo nada para impedir ambos hechos, seguido por el repudio de los jugadores de ‘Millos’.

 

 

Wílmar Roldán, central del juego expulsó a Cataño, pero como no había empezado el compromiso, Millonarios podría hacer un cambio para igualar el 11 contra 11, sin embargo, desde el capitán David Silva hasta el técnico Alberto Gamero, se negaron a jugar en el clásico de la fecha.

 

La historia terminó con una doble afición que tuvo que irse a casa sin ver el espectáculo, y hasta ahora no se sabe nada del sujeto aquel, pero sí de una agresión adicional a Millonarios, esta vez en su autobús, a la salida del estadio.

 

Todo esto permite ver la falencia en el operativo de la Policía Metropolitana de Ibagué, la falta absoluta de logística del Club Deportes Tolima para estos grandes partidos.

Habrá que esperar la decisión de Dimayor sobre el partido y la sanción del escenario, que no podría contar con aficionados de manera parcial o total para sus próximos compromisos.

En definitiva, perdió el fútbol, ‘gracias’ a la calentura de un previo, que terminó lo que nunca pudo iniciar.

Deja una respuesta