Bayern aplastó a Chelsea en Inglaterra y dio un paso gigante a los cuartos de final de la Champions

El partido de vuelta será el miércoles 18 de marzo en el Allianz Arena de Múnich.
Los aficionados del Chelsea recordaban antes
del partido la Champions League y el gol de Didier Drogba en 2012 a los
alemanes y al final es lo que único que les quedó, el recuerdo. El Bayern de
Múnich, en su versión más devastadora, goleó 0-3 a los londinenses dejándoles
con pie y medio fuera de la competencia de clubes más importante del mundo.
En la reedición de la final de 2012, en la que el Chelsea levantó su primera y
única ‘orejona’, el Bayern se vengó en el corazón ‘blue’, con dos tantos de
Serge Gnabry y uno de Robert Lewandowski, que ya suma 11 en la competición,
dejando prácticamente sentenciado su pase a cuartos de final.
El Chelsea se lo veía venir y puso protecciones. Como ante el Tottenham el fin
de semana, Frank Lamprd alineó cinco defensas. Para resguardarse y ganar
más profundidad con la que conseguir centros para el delantero francés Olivier
Giroud.
Esto le entregaba el balón y el dominio al Bayern, algo previsible, pero que no
descontentaba al Chelsea. A los ingleses les valía con aguantar y aprovechar
alguna que tuvieran. El problema es que esta vez la pelota no entró.
El Bayern tuvo el esférico y las oportunidades. Kingley Coman dispuso de
la primera. Carrera hasta el área, solo contra le portero, precipitación y
disparo fuera. Respondió Lewandowski. El polaco cazó el rebote, intento de
globo y el portero argentino al servicio del cuadro inglés
Willy Caballero, la sacó.
El guardameta, por quinta vez titular delante de Kepa Arrizabalaga, sostenía al
Chelsea, mientras que en ataque, los de Lampard, se conformaban con un tímido
cabezazo de Giroud a las manos de Manuel Neuer.
En el intervalo hasta el descanso, Caballero aún tuvo tiempo para sacarle un
mano a mano a Lewandowski y Thomas Müller que se encontró con el travesaño en
un remate de cabeza de espaldas.

El partido de vuelta será el miércoles 18 de marzo en el Allianz Arena de Múnich.
Hasta ese momento, el plan le funcionaba al Chelsea. Estaban aguantando sin
encajar.
Luego del mediotiempo, una pelota en largo a Mason Mount, el inglés se las
ingenió para disparar delante de Neuer. Rechazó el alemán y la bola le
quedó muerta en el área. Llegó sobrado Barkley, quien pecó de exceso de confianza
y se volvió a encontrar con Neuer.
Se le acababa de ir la vida al Chelsea y no se había dado cuenta. En los
siguientes cinco minutos el Bayern mató la eliminatoria. Serge Gnabry bajó una
pelota con el pecho, se la deslizó en profundidad a Lewandowski y el polaco,
consciente de la posición de sus compañeros, la puso atrás casi sin mirar. En
segunda línea llegó Gnabry para el 0-1.
Este resultado ya mataba al Chelsea, pero tres minutos después la película
empeoraría. Otra vez el polaco puso un balón en profundidad, cabalgada del
autor del primer tanto y definición cruzada. La segunda estaca en el
corazón ‘blue’, el segundo gol de un Gnabry que ya le metió cuatro al Tottenham
en su última visita a Londres.
Lampard desmontó la defensa de cuatro y quitó a Giroud, pero ya era tarde.
Tarde para ellos, pero no para el Bayern, que aún prorrogó el resultado por
medio de Lewandowski, tras una gran jugada del lateral canadiense Alphonso
Davies.
Para terminar de rematarlo, Marcos Alonso se autoexpulsó dándole un puñetazo a
Lewandowski en una jugada sin balón.
Los londinenses empezaron entonando cánticos en honor a Drogba y terminaron
siendo ridiculizados en el campo y en la grada, donde los bávaros cantaron
irónicamente el ‘Football is Comming Home’, canción de apoyo a Inglaterra en la
Eurocopa de 1996, que casualmente ganó Inglaterra.
El Chelsea tendrá que buscar una hazaña casi imposible en el Allianz Arena.
Remontar un 0-3 en el campo en el que ganó su única Champions League. Al menos
tendrán un buen recuerdo del lugar.
EFE/Más+Deportes.