Marruecos y Francia, una semifinal con sabor a revancha en el Mundial Sub-20

Los Leones del Atlas llegan como la gran revelación del torneo, mientras que los galos buscan reivindicar su prestigio tras un camino lleno de altibajos.

Marruecos ha sido la gran sorpresa del Mundial Sub-20. El equipo de Mohamed Ouahbi ha mostrado un fútbol sólido, veloz y altamente efectivo, superando a potencias como España, Brasil y Estados Unidos para instalarse entre los cuatro mejores. Con figuras emergentes como Othamne Maamma, Gessime Yassime y el goleador Yassir Zabiri, los africanos combinan talento individual con una estructura táctica férrea y una presión constante que ahoga a sus rivales.

El conjunto marroquí llega impulsado por la confianza y el fervor nacional. “Saben que no están solos, que todo un país los respalda”, afirmó su entrenador, quien no podrá contar con el lateral Ali Maamar por sanción. Su fútbol disciplinado y su capacidad para golpear en el momento justo los convierten en un rival temible para cualquier selección, incluida una Francia que, pese a sus dudas, nunca deja de ser peligrosa.

Francia, dirigida por Bernard Diomède, ha tenido un camino más irregular. Los galos sufrieron en la fase de grupos y avanzaron con lo justo, beneficiados por la fortuna y la ineficacia de sus oponentes. Sin embargo, la inspiración del extremo Lucas Michal, figura del Mónaco y aspirante a la Bota de Oro, mantiene viva la ilusión de un equipo que busca reivindicarse. En Valparaíso, el talento y la disciplina africana se medirán ante la tradición y el orgullo europeo, en una semifinal con pronóstico reservado.