Boca demolió a Vélez en Liniers. Fue 7-1 para el equipo de Russo gracias a los dobletes de Villa y Maroni, más las apariciones goleadoras de Cardona, Tevez y Campuzano.
El Xeneize fue amo y señor de las acciones en el Amalfitani, incluso el resultado habla a las claras de lo que fue el encuentro. Sin embargo, en el primer tiempo la cosa fue de ida y vuelta ya que Vélez aún presentaba batalla y demostraba algunas de las virtudes que tuvo en el arranque del torneo. En un golpe por golpe feroz, una pincelada de Cardona adelantó a la visita, Lucero lo empató para el local y finalmente Villa adelantó a Boca de cara a la etapa final.
Y ese segundo tiempo fue de lo mejor de Boca en mucho tiempo. Tras un comienzo que incluyó un leve dominio del Fortín y alguna que otra buena atajada de Andrada para sostener el 2-1, el conjunto de Miguel hizo literalmente lo que quiso. Minimizó al equipo sensación del arranque de la Copa de la Liga Profesional, anotó cinco goles (Villa, Maroni por duplicado, Carlitos Tevez y Campuzano) y hasta podría haber hecho más. Contundente, letal, insaciable, adjetivos sobran.
Tras asegurar su pasaje a la próxima fase de la Copa Argentina en la semana, Boca volvió al ruedo del máximo certamen local con una goleada impiadosa. Cerrará la fecha entre los cuatro equipos que pasarían de fase y además ganará tranquilidad para la semana de trabajo pensando en el Superclásico. La cita ante River será el domingo desde las 18 en la Bombonera en la búsqueda de ganarle al rival de toda la vida y además prolongar este momento más que positivo.
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