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Con la pausa en la Liga, los directivos se silenciaron con aquellos que imparten justicia cada fecha en el Fútbol Profesional Colombiano, al parecer les mostraron tarjeta roja sin saberlo.
Se han escuchado voces de apoyo entre los clubes y los jugadores, incluso los directivos piden recursos al Gobierno Nacional, pero en el olvido están quedando los ‘hombres de negro’, aquellos que son los encargados de hacer la dirección en los juegos de Colombia, sin duda los más criticados y ahora los más perjudicados.
Los árbitros en su mayoría deben ejercer otras profesiones diferentes al fútbol, para poder sobrevivir, la Federación y la Dimayor, nunca tienen entre sus prioridades, establecer una política eficiente para ellos, quienes hoy se ven como el gremio olvidado en el fútbol local.
Profesionalizar el arbitraje en el fútbol colombiano, es un argumento desgastado por los directivos, que se reúnen en las Asambleas para discutir ganancias y pedir adelantos por televisión.
Hoy cuando la pandemia del coronavirus ataca al mundo y en especial a Colombia, la tabla de salvación no parece llegar a los jueces del rentado nacional, algunas peticiones de ex árbitros como José Borda y Wilmer Barahona parecen ser ignoradas por aquellos que hoy viven en medio de la tranquilidad de sus riquezas.
Habrá que esperar el “VAR”, para saber si dichas ayudas también llegarán para los árbitros, que no son los protagonistas del espectáculo, pero si son importantes, pero hoy pasaron al olvido en el país.
